La vida de un bebé recién nacido podría resumirse en 3 cosas: dormir, comer y deglutir o vomitar según la intensidad. A veces, depende del ritmo de la vida que lleva, le toca estar enfermo y cuando pasa, hacemos todo nuestro posible como padres para cuidar del bebé empezando por darle medicación.
Con ese contexto, a la hora de tomar el biberón, el bebé puede ser sujeto a vomitar después de tomarse la medicación. Ocurre sin aviso previo cuando menos te lo esperas. Una vez terminado, en un fondo de lloros, te esfuerzas a limpiar bebé, el sofá, la mesa del salón y terminas de darle en ropa interior… Son las 2h de la mañana…
Evitar situaciones de crisis con un bebé recién nacido anticipando lo inevitable. Convertir un trabajo de limpieza a fondo por un gesto sencillo de menos de un segundo.
Por normativa las guarderías tienen instalado un sistema en cada puerta para que los niños no se pillen los dedos. En mi casa, tengo las puertas de última generación, pero no es suficiente para eliminar eso riesgo con mis dos niños pequeños. ¡Son una revolución y no paran quietos ni un segundo!
El riesgo de pillarse los dedos es constante. ¿A quién no le ha ocurrido cuando era pequeño? Abren y cierran las puertas muchas veces y en una de esas ¡ZAS! Se pillan un dedo y empieza el drama. Ocurre lo mismo, incluso con los adultos, con las puertas del coche que cuando pasa, sueles ir a urgencias después.
La puerta inteligente capaz de detectar su entorno y evitar cualquier incidente que pueda ocurrir con niños pequeños y mayores.
A primera vista, cortar las uñas de un bebé, de una niña o de un niño no es una de las cosas más difíciles que hay. No es una tarea compleja y no lleva mucho tiempo en terminar. ¿Y si le añadimos el factor cansancio, siguiera siendo algo sencillo?
Tengo a una amiga, madre de un niño de año y medio, que ha dejado de cortarle las uñas de la mano. Lo asume y delega plenamente dicha tarea a su marido por desesperación. Me dice: “No sé cómo distraerlo, siempre pone los dedos hacia dentro y no me deja hacerlo bien. A veces, les corto demasiado las uñas y le hace daño. Con la prisa de terminar me enfado con él.”
Aliviar el cotidiano de los padres automatizando o reduciendo a su mínimo esfuerzo ciertas tareas del cuidado al bebé, niña o niño. Convertir momentos de estrés en momentos de risa.
Soplar las velas en tu cumpleaños se convierte en toda una odisea. Las prisas porque no se deshagan las velas y caigan encima de la tarta mientras buscas el mechero, apagas las luces o esperas a que el cumpleañero pida el deseo antes de soplarlas.
Por más que hagas al final siempre se acaba cayendo cera en la tartay es casi imposible no comerse un trozo. ¿Te imaginas poder soplar las velas de tu cumpleaños sin todos estos inconvenientes? Pedir tranquilo tu deseo y soplar.
Convertir ese momento en algo especial para recordarlo toda la vida, llevándote, además de los regalos, algo hecho con toda la cera de tus velas.